domingo, 24 de junio de 2012

En busca de Alba II





Alba marcó el número de Daniel y la respuesta fue inmediata:

-      ¡Hola, Alba! ¿Dónde te habías metido?, te he estado llamando toda la tarde, me hubiese gustado verte y quizás un cine y unas tapas...
-     
- Lo siento, Dani, acabo de llegar y precisamente vengo del cine, pensaba que tendrías otros planes. ¡Por cierto! Me han regalado una muñeca de trapo.
-  
- ¡Una muñeca!- dijo Daniel ¿Acaso has ligado o se trata de un antiguo pretendiente?
-      
- -Ni lo uno ni lo otro, creo que se ha sido una especie de intercambio.

  Daniel era consciente del encanto de su amiga y recordó otras situaciones peculiares en las que se había visto envuelta sin pretenderlo como cuando un chico argentino cogió el mismo autobús que ella para abordarla en la puerta de su casa, quiso saber donde vivía, aquello fue un autentico flechazo pero Alba no le prestó la menor atención aunque durante unos meses hablaron por teléfono.


-Alba, llevas aquí dos semanas y apenas nos hemos visto- dijo Daniel,         -estás muy esquiva. Vente a casa mañana y te prepararé una buena ensalada y esos espaguetis que tanto te gustan, tenemos mucho de  qué hablar, deja que te  ayude.

Alba se quedó pensativa unos instantes,  Daniel conocía los motivos por los que había regresado a su casa pero no los detalles, no quería pensar  porque le causaba un profundo dolor, todo era muy reciente estaba demasiado tierno y hablar de ello era como andar sobre aguas movedizas, cualquier paso mal dado la llevaría al fondo del pantano, no conseguía procesar los motivos que habían dado al traste con su matrimonio.

 -Está bien, Daniel, acepto tu invitación pero debes prometer que no me someterás a un tercer grado, dame tiempo, me apetece estar contigo, me haces sentir bien, siempre hemos sido uña y carne, confío en ti.
        -
 -Lo prometo, Alba- dijo Daniel en tono suave y cariñoso, tienes todo el tiempo del mundo, no me mueve la curiosidad, bien lo sabes, solo quiero estar seguro de que no me dejas al margen, lo estás pasando mal y no quiero que te sientas sola, no lo estás ¿ok? –Además-, añadió,  necesito consejo ¿crees que mi aspecto es  propio de un detective?

Alba se relajó y exclamó en tono más distendido: ¡Daniel! ¿Aún estamos con esas? Lo hemos hablado muchas veces, no necesitas un uniforme si lo utilizases todo el mundo te reconocería y dejarías de ser una sombra invisible que es lo que pretendes ¿no es así? Iré a tu casa mañana sobre las dos y media ¿te va bien? y espero conocer a tu compañero de piso, siento curiosidad por saber con quién te juntas.

-¡Oh, sí! Me había olvidado de Oscar, le diré que coma con nosotros, le he hablado mucho de ti y, también, está deseando conocerte. No hablemos más, mañana tenemos toda la tarde por delante, hasta mañana, Alba, intenta descasar ¡Bye!

-Hasta mañana, Dani.




Alba se quedó quieta y observó a su alrededor, su mirada se detuvo en el espejo que estaba al fondo del dormitorio, era un espejo antiguo y su luna estaba, prácticamente,  cubierta por fulares y collares, se lo regaló Pablo su marido un día de Reyes cuando eran novios, era delicado y no quiso que se estropease con  la mudanza así que lo dejó en casa de sus padres, le gustaba disfrutarlo cuando iba unos días de visitas además quedaba perfecto en aquella habitación, ahora le dolía su visión por eso lo cubrió utilizándolo a modo de perchero pero allí estaba y le traía añoranza de otros días más felices, una añoranza de la que no podía escapar por mucho que lo camuflase.

Se levanto de la cama con energía y se situó frente  al espejo, con un rápido movimiento de mano retiró los fulares que cayeron al suelo en un revoltijo de colores, la luna ,desnuda, le devolvió su imagen y se encontró con una desconocida, parecía la misma pero no se reconocía, se había cortado el pelo, era algo que solía hacer cuando las cosas iban mal, su mirada era lánguida, triste, había adelgazado considerablemente, no le encontraba gusto a la comida, agradecía estar en casa de sus padres porque no era capaz de cuidar de si misma, todos esos años que se iban por el desagüe, las ilusiones, los proyectos en común, todo lo que habían compartido. ¿Qué haría ahora? no tenía ni idea, se sentía vacía, insegura.




Le avergonzaba pensar que a sus casi cuarenta años se había dejado hacer sin oponer la mayor resistencia, su hermana fue a buscarla y la trajo de regreso a casa, no se sentía capaz de tomar decisiones, se fijó en la muñeca de trapo que le habían regalado un par de horas antes y que yacía sobre la cama con su pequeño vestido de flores, la cogió y sonrió.




martes, 19 de junio de 2012

En busca de Alba.



Daniel  fumaba un cigarrillo mientras miraba por la ventana,  la noche estaba oscura y no había dejado de llover en toda la tarde, mientras observaba el bullicio de la calle se preguntaba qué podría hacer para tener una imagen más acorde con su profesión, era detective privado pero no daba la imagen sugerida por el tópico, no llevaba gabardina, no parecía un tipo duro, no parecía un antihéroe y, sin embargo, él deseaba tener esa imagen, era su mayor anhelo ¿qué podría hacer? No quería resignarse así que decidió pedirle consejo a su amiga Alba, marcó su teléfono y escuchó su cantarina voz grabada en el mensaje del contestador: "No estoy disponible, deja tu mensaje", ¿Dónde estaría Alba? Sintió la necesidad de verla, ella era muy ingeniosa y seguro que le daría alguna buena idea para lograr esa imagen de detective que deseaba, decidió ir en su busca, conocía los pubs que frecuentaba, cogió su cazadora y salió a la calle, se dirigió al garaje y subió al coche, sonrió, le reconfortaba el hecho de poder charlar con Alba, sí la encontraba a tiempo la invitaría a cenar y quizás irían al cine, ahora que la había recuperado no quería dejar pasar más de una semana sin verla.





Pensó en Alba, ya no era la misma, la conocía desde hacía años, ambos estudiaron COU en el mismo instituto, entonces era una chica alegre, inteligente, vivaz, tiraba de todo el mundo, tenía cualidades de líder y los chicos se disputaban el poder quedar con ella, sin embargo, ellos eran amigos así que no tenía que rivalizar con los demás, era su confidente y pasaban muchas tardes estudiando en la biblioteca, Alba no era buena en matemáticas y el no era bueno en literatura  ni en idiomas, se ayudaban y el tándem funcionaba porque sus notas eran excelentes.





Ajena a los pensamientos de Daniel, Alba había pasado la tarde en el cine, después del almuerzo se encontró con una larga tarde por delante, una tarde llena de horas vacías y de nubes grises que tapaban el cielo, llovería y la perspectiva del cine le parecía cada vez más halagüeña,vería  esa película a la que nadie quería ir, cogió su bolso y su abrigo y se dirigió a la parada del bus (el cine quedaba en el centro de la ciudad), disfrutó la película, le gustaban esos placeres que se podían vivir de forma egoísta, sin contar con nadie.

A la salida se distrajo mirando la mercancía de los puestecillos de hippies que aún estaban abiertos, se trataba de una zona comercial así que caminó ante ellos animada. Se detuvo frente a uno , apenas tenía mercancía, tan sólo una muñeca de trapo y alguna baratija más, no se fijó en el hombre que atendía el puestecillo hasta que éste le pregunto: ¿tienes un cigarro?, si, claro dijo ella mientras buscaba en su bolso, sacó el paquete y se lo ofreció diciéndole "quédatelo", el hombre no dijo nada, se giró y cogió la única muñeca de trapo que le quedaba, se la tendió y dijo: "por favor, no la rechaces, quiero regalártela" Ella sorprendida le sonrió y emocionada le respondió: "muchas gracias".

 De regreso a casa se sintió feliz.






Rebuscó en su bolso buscando su teléfono móvil, encendió la pantalla y vio que tenía ocho llamadas perdidas de Daniel, ¿qué tripa se le habrá roto? pensó.



sábado, 16 de junio de 2012

Exploremos en verano.


Desde el Club de los pololos os lancé  mi propuesta para esta temporada primavera/verano, nada más agradable y estimulante que salir con la mirada abierta y dejarse sorprender por una cualquiera de las maravillas que nos depara el exterior, la podemos encontrar en cualquier lugar, quizás en la ciudad, en una aldea, en un pueblo costero..las posibilidades no están acotadas, es posible que pasemos a diario por algún lugar que nos llame la atención y que por ello nos invite a regresar una y otra vez, a eso me refiero, podría ser el escaparate de un comercio, el rincón de un parque, una casa abandonada, qué sé yo.

¡Exploremos! Os dije.

Lady Pololos Nadie ha sido la primera en coger el testigo, por lo que podemos ver en su blog es una exploradora incansable y descubre la belleza en las cosas más inusitadas, cogió su cámara y se dirigió a la playa, quizás pensó encontrar conchas junto a la orilla o quizás quiso disfrutar de esa infinita gama de colores con que nos sorprende el mar, personalmente pienso que alguien le susurró al oído que ya habían florecido porque lo que encontró fueron  flores en las dunas.


www,princesanadie.blogspot.com



 
Se trata de la Siempreviva marítima  (Limoniastrum monopetalum) es un arbusto de la familia de las plumbagináceas

Su corola es muy vistosa de color rosa intenso o violácea, con los pétalos soldados en la mitad inferior formando una sola pieza; lóbulos libres anchos, trasovados, abiertos.

En el centro aparecen 5 estambres soldados por sus filamentos al tubo de la corola; anteras amarillas. 

El fruto es diminuto, largamente oval, membranoso, situado en el interior del cáliz persistente. Florece en primavera, verano y otoño. Fructifica en verano, otoño e invierno.




 
Se puede encontrar en todo tipo de suelos rocosos, arenosos o limosos-húmedos y ricos en sales. Suele aparecer en torno a lagunas interiores de agua salada y en las proximidades del mar.

 Se distribuye por la Región mediterránea.

 En España en la Bahía de Cádiz. En el norte de África desde Marruecos a Egipto. Por el Atlántico su límite meridional se halla en torno a Rabat.

En lo que respecta a España, se encuentra en  Incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular Amenazada de España / Vulnerable. (Wikipedia).

www.princesanadie.blogspot.com



Gracias, Nadie, por haber acogido con interés y simpatía esta iniciativa y citando tus palabras:

"Una Primavera que acaba... Y otro verano que se acerca"

www.princesanadie.blogspot.com


Espero que podamos seguir disfrutando de esta pequeña pero valerosa flor , es  humilde pero tiene la osadía de pintar de rosa las dunas de la playa 



 




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